jueves, 20 de octubre de 2011

contra la corrección política y otros males de nuestro tiempo

ver hacia atrás y escuchar viejas palabras, reconocerte en el otro y conocerte gracias a una mirada extranjera. reír y llorar pero sobre todo pensar, para eso estamos aquí, para eso llegamos hasta este punto, es el destino sellado con células y palabras que no podemos negarle a nuestros detractores. es el presente que no puede negarnos nadie a pesar de lo diversos....
hablar, escribir, cantar o dibujar, o... callar cuando es necesario y escuchar. valorar y continuar por un sendero laberíntico que se abrió ante nosotros cuando salimos del útero, cuando conocimos la luz.
para eso estamos aquí y ahora y para eso seguimos respirando. no hay vejez ni juventud suficiente que nos impida lograrlo. la luz nos invade y nos rodea, incluso en la mas solidad e las obscuridades y solo un perverso auto-engaño nos impide ver eso, no hay cadenas lo suficientemente pesadas que nos impidan pensar, no hay balas para las ideas, no hay muerte para las palabras, inclusive en el olvido las palabras siguen existiendo y esperan solo un pequeño impulso que las regrese a la vida, a la cotideaneidad de los neologismos reencontrados. todo esta ahí afuera, todo esta allí esperando a ser descubierto y nos cerramos a la verdad por una fatiga inexistente que nos inventaron los que tratan de apresarnos, los perversos que tratan de dejarnos aquí encerrados en la malsana celda de la "igualdad"; como en aquel cuento que escribió el cubano en el que un niño soñaba, anhelaba fervientemente un mundo en donde todos gozaban los mismos derechos y las mismas restricciones. un utópico mundo sin pobreza y sin diversidad social, un mundo donde todos serian iguales, ni muy altos ni muy chaparros, ni muy negros ni muy blancos, ni muy ricos ni muy jodidos, un maravilloso mundo en el que todos serian iguales con excepción de el.....

esa es la pérfida moral de nuestro tiempo, la tristeza que nos circunda, donde etiquetamos todo, donde la corrección política esta atentando incluso con el arte (tenemos el escandaloso caso de el libro de tom sawyer y la estupidez de cambiar palabras solo para que no suene ofensivo), tenemos custodios invisibles que manipulan a los mas endebles, a los que añorando un mundo mejor son manipulados vilmente a censurar sin cuestionar, discriminando y violando los derechos de todos incluso los propios. censuran el humor, censuran el pensamiento libre, censuran los ideales.... censuran hasta nuestros horarios para ir a defecar o el modo en que decidimos envenenarnos haciendo de este gran circo de buen-intensionismo un negocio redondo.
estamos en un mundo cuyo "virtuosismo" segrega y etiqueta a todo lo que no encaja en su moralina fastidiosa y ofensiva en la que si no encajo en sus cánones estoy mal y carezco de lo "necesario" para poder "entablar un dialogo" que no es mas que un monologo-circulo vicioso de magnitudes bíblicas.

ahora solo me queda rumiar estos rencores, este libertinaje descarado que viste de blanco y toma como bandera las causas mas estúpidas que nacen del prejuicio y de ese paternalismo que nadie les pidió. ¿abrase visto una pendejada tan grande antes?

señores de la conapred, señor presidente, señor sacerdote, mi querido follower o "amigo" pueden censurarme lo que gusten que yo desde aquí estaré esperando sus mentiras, viendo como se visten con sus hábitos blancos y preparan la orca mediática para intentar acallar mis venenosos comentarios, mis mas ácidos sarcasmos y mis mas dulces pretensiones, seguiré aquí, creciendo y aprendiendo de sus errores y de los míos, seguiré escuchando sus cuchicheos a mi paso y leyendo sus mas feroces criticas en sus muros y en el mio, sigan en su circo y yo seguiré en el mio para hacer de esto un tridimensional púlpito donde nadie tiene la razón absoluta pero todos callan para ganarse algo. yo seguiré perdiendome en los laberintos de la vida, los veré cada vez mas lejos a pesar de estar rodeando todos mis flancos y los recordare cuando me vea en el espejo, sintiéndome orgulloso de mi diferencia y de mi parentesco
no por un afán de ser un mártir moderno, sino por un cinismo enterrado en lo profundo de mis huesos, yo, me ofrezco chivo expiatorio para todas sus culpas y arderé en su hoguera sin perder el porte ni por un solo segundo. yo tengo la consciencia tranquila y la lengua calva, el cerebro corriendo, algunas veces sin aceite, y la mascara extraviada, que no en el rostro, allí ya no la necesito desde hace mucho porque la felicidad no se encuentra en una mascara ni en una pose, la felicidad se encuentra en el poder irse a la cama y soñar o tener pesadillas, pero ninguna de estas fantasías tienen raíces, ni semillas de culpa

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