sábado, 10 de marzo de 2012

IV Gran Reserva

De la desesperanza de sus gritos solo el silencio le trajo compañia, solo el cansancio resignacion y las cadenas que la mantenian presa de esa postura dolorosamente obscena, en ellas encontro confidente idoneo para confesar sus culpas, sus faltas y sus anhelos. Sus suplicas, su triste resignacion, ya no de morir, sino de sufrir una muerte dolorosa y lenta.

Las primeras en acercarse fueron las moscas, esas sinvergüenzas aladas que se posaban sobre su frente, sobre sus pechos desnudos, que bebian el sudor de su frente y que le enloquecian zumbando en sus oidos, burlandose de ella, haciendole conciente con cada roce de su condicion de encierro, de el castigo por un error de perspectiva, un error de calculo que la hizo ver las cosas de una manera distinta, una copa de vino que altera los sentidos y nos ofrece confianza, seguridad, un misterioso poder propio....

Despues llegaron las hormigas. Con sus diminutas patas caminando por sus piernas, por sus brazos, amenazando con cambiar residencia y alojarse en su utero, cavar un tunel desde su ombligo. Esas hormigas que no le permitian moverse pues al mas minimo espasmo de sus todavia vivas extremidades, ellas contraatacaban con sus quijadas poderosas, la rociaban de su acre acido, la lastimaban y llevandose en sus triunfales bocas un pequeño trozo de ella retornaban triunfales hacia su hormiguero.
Era mejor no moverse, como cuando lo vio; cuando se dio cuenta de que la mirada que le urgia a mirar hacia la barra quedo inmovil, era imposible que alguien como el la mirase, la desease tanto con la mirada, una mirada suplicante y anhelante, una mirada ora timida, ora picara y un mordisqueo nervioso a su labio inferior como el de que esta a punto de hacer una confesion vital. Si era mejor no moverce, cerrar los ojos y no mirar.

Despues la noche trajo consigo a las cucarachas, esos indeseables bichejos que agilmente corrian por sus muslos, urgando en su cuello, tras su oreja, mas eso solo fue el preambulo....

Ella se acerco a el, decidida a comerse un dulce caramelo, se paro junto a el en la barra y lo tomo del hombro sin mirarlo, lo castigaba para incrementar su deseo su necesidad, su falta de. Se alejo e hizo un esfuerzo por no voltear, bailo sola junto a la rockola mientras escuchaba la musica que de ella salia, mientras usmeaba en sus contenidos. Mientras sonriente y triunfal se dio cuenta de que el se encontraba junto a ella a su derecha, a su izquierda.....

Un ruido la puso alerta. Tal vez fuesen pasos humanos, tal vez alguien venia a por ella, tal vez todo fuere algo cambiaria por completo el transcurso de esa pasadilla, mas al sentir el rose contra su tobillo derecho de un crespo pelaje humedo perdio el sentido, no era posible tanto horrorr.

Una sonrisa fue la reaccion ante la mano que lentamente se acercaba a la suya bajo el pretexto de colar una moneda en el aparato,
Un cruce de miradas y la mano de ella tocando la de el, invitando a aquel corderito a bailar. Bebiendo una copa mas, solo una y ya, bebiendo otr mas. Sintiendo el mareo, esa deliciosa sensacion de que de pronto la tierra se abre y vas en una caida sin un fondo, atravezando el planeta y saliendo del otro lado y de pronto verte cayendo de regreso al origen, caer y mas caer, sin vertigo. Reir. Bailar con el a media calle y notar que una rosa se encuentra en su cabello, ¿como llego ahi?.

Seguramente son mosquitos penso en sueños, solo son unos mosquitos que estan mordisqueando mi talon.... Mordisqueando, ¡MORDISQUEANDO!

Ella se vio entrando a esa hermosa casa, todo en un perfecto orden, como si acabasen de retirarle el empaque para comenzar a usarlo. Se sento en el hermoso divan negro con patas de leon, en el se sintio poderosa, unica. Una emperatriz con el mundo a sus pies. Y el llego con una bella copa llena de un aromatico vino, algo exotico, algo a lo que no pudo resistirse. Bebio la copa y era dulce, sabia a frutas y a flores y a algo que no podia identificar, era lo mas delicioso que jamas habia bebido y, cerraba los ojos para disfrutar la sinfonia que tenia en su boca. Le pregunto que era ello y como respuesta una soprano comenzo a cantar una vieja balada inglesa, una cancion que hablaba de amor y de la noche, un momento magico, hermoso. El solo dijo, ''es un gran reserva creacion mia, disfrutala''

Volvio en si para entregar la desgastada y futil cordura que le quedaba a la perversa realidad que afrontaba pero se encontro a si misma envuelta en frescos vendajes de lino, un delicioso olor a limpio le golpeo la frente y se sintio segura en la cama de un hospital, pero el horror era inexplicable al atar cabos. El silencio era debastador, la obscuridad total, y estaba como en una caja, una caja en la que ella enbonaba perfectamente, como en un sarcofago de los que vio de niña en el museo, como el que miro en un rincon de la casa cuando se levanto para ir al tocador a refrescarse.

El fue tierno, ronroneaba sin hacer ningun ruido, estaba extasiado con su belleza pero cuando ella agotada se recosto y el junto a ella algo paso. Un misterioso golpe de adrenalina la invadio, subio por su columna vertebral, desperto de un corto sueño frio y angustiante, premonitorio para traerla a la aterradora realidad de aquel hermoso efebo de ojos grises rociando su cuerpo con un delicioso polvo blanco, dulce, azucarado, ella en una postura obsena y cuando trato de erguirse se vio encadenada, entumecida y sonrio pensando en una deliciosa perversion, algun fetiche goloso pero al verlo irse y cerrar la puerta, su confusion fue el inicio.

Un sarcofago y de pronto un click, un sedoso deslizarse por su torso, silencio y aquello que se movia sobre de ella y con cada movimiento de ''eso'' un golpe del perfume de flores extrañas, de especias conocidad y ajenas y eso moviendose sobre de ella, protegida de eso solo por una fina capa de tela que le permitia sentir las formas de eso que estaba con ella, ya ni siquiera el llanto acudia a ella, solo en la lejania se escuchaba la voz de la soprano cantando ''La Wally'' entonces sintiendose reconfortada cerro los ojos y dejo de luchar con su instinto de supervivencia.

Lo ultimo que vino a ella fue el aire, un aire perfumado por el espiritu del alcohol, frutos y flores, y la sensacion de que el liquido subia poco a poco. Un gemido le obligo abrir los ojos, no estaba sola, en un tanque que poco a poco se llenaba con un fuerte alcohol de caña un pequeño niño gemia, las cicatrices de una cruel tortura se dejaban ver por debajo del translucido velo que lo cubria, el pequeño no se movia, solo gemia como para dar por sentado que ese cuerpo tenia vida.

Con tranquilidad y procurando hacer el menor movimiento se deshizo de su envoltorio, cogio al pequeño entre sus brazos y luchaba por mantenerse a flote con el. Si se esforzaba podia respirar del poco aire que alli quedaba mas no podia mantenerse a flote, tanto tiempo sin comer ni tomar agua unido a la locura que habia vivido la tenian con un minimo de fuerzas y miro al niño.

No fue tan dificil como penso, apenas y puso resistencia un par de pataleos, no mas de un minuto pero ahora ella apoyada en lo que fue un lindo niño podia respirar tranquilamente y sin esforzarse por flotar siquiera.
-¿Que es una gran reserva?
-Es un vino que se macera en barrica por lo. menos 7 años y como mucho 10 años logrando que obtenga mas sabor a madera, claro yo tengo una receta secreta que le da ese aroma y ese sabor.
-Es delicioso
-Gracias, me da gusto que te agrade, ¿quieres mas?
-Si por favor

Y lo comprendio todo de golpe, ella era un ingrediente de la receta, entonces comenzo a beber, bebio y bebio hasta perderse en el mareo que a su mente trajo una vieja balada inglesa y el dulce aroma de el exquisito vino, entonces con una sonrisa se perdio en el fondo de aquella gigantesca barrica.

III Los lepidópteros y otras etéreas ensoñaciones

 Descaro y simplicidad. Unos ojos que buscan, un silencio que asfixia, un cuerpo que se niega a la caridad. Un reloj que se niega a detenerse y una lengua nerviosa que azota sin reparo a la boca que la resguarda de la árida realidad que marchita las flores.

 La cotidianidad es una farsa, un sueño que creemos real, El viento transporta la letanía de un dios que herido se lame las yagas esperando que el olvido venga y lo resguarde en una urna de cristal. Las mariposas son la única realidad de este ensueño, mas no son delicadas flores de viento bebedoras de néctar, son feroces asesinas oníricas, se alimentan de la sangre de los poetas y defecan clones de si mismas, ellas son la única realidad delirante que se pasea por las realidades paralelas que cruzan el eje de la monotonía. Las noches de luna menguante, realizan una orgía entre sirenas y silfides, invocan a la muerte y roban la seda de las arañas para fabricar los capullos en los que resguardan la sensualidad lubrica de las estrellas. sacrifican a un par de eruditos en pos de resucitar a las gorgonas y cantan himnos sutiles y silbantes que hablan de un reino a-temporal donde algún día fueron prisioneras.

 La mano se toca con cautela, lentamente casi casualmente pero la mirada demuestra descaro e insinuación, invita a el festejo de la carne, a las mas depravadas practicas, el aire se detiene y se torna denso, se calienta el aire y la luna grita pasajes del decameron.

 Las mariposas, tras la ultima estrofa de su canto se dejan caer sobre los restos que yacen en el altar, retozan en ese miasma y sonríen, pierden el control sobre si y enloquecidas, atacan a las gorgonas por la espalda, clavan su probóscide en su escamosa piel y beben, transportan el veneno y lo vierten el las bocas de las sirenas que, sufren una metamorfosis y se convierten en centauros y sátiros para embestir con la urgencia del deseo a las silfides que corren por un sendero de muerte y destrucción hasta llegar a un manantial donde son poseídas por las sirenas transmutadas.

 En su mente hay un aluvión de pensamientos, el deseo brota por sus poros y la mirada traiciona su aparente desinterés, los ojos se pierden en los movimientos del extraño y su lengua se escapa lentamente de su boca para pasearse por sus labios. Mira con discreción a su alrededor, los rodea el silencio quebrantado solo por el silbido de el viento al cruzar por entre los arboles, algún grillo que indiscreto canta invitándolos a la proximidad, la fugaz mirada de un gato que sigue las motas del polvo lunar que cae directo sobre ellos.

 De pronto el manantial estalla con la fuerza de las eras y se convierte en un cráter devorando casi todo a su paso, elevando las siluetas orgiásticas hasta los cielos donde los brazos azulados de aire les protegen y las invitan a continuar con sus juegos allá en sus dominios, las mariposas les rodean y los amantes engendran dragones plateados que escapan de este planeta para recorrer el universo.

 Acepta, con un sutil asentir de su cabeza se levanta despacio y se aproxima con movimientos delicados hasta el tronco-banca en que le esperan.

 Las manos de aire bajan poco a poco, dejando a sus protegidos al lado del cráter donde adormecidos por el esfuerzo son abanicados por las mariposas que jubilosas entonan un arrullo. las sirenas comienzan a contraerse, sus cuerpos estallan en pequeños copos metálicos, hora rojos, hora naranjas, hora dorados y luego el cráter se llena de agua asta desbordarse y arrastrar con su corriente los brillantes polvos para formar un miasma tornasol del que renacerán las sirenas,

 Urgencia, deseo sin protocolo y silencio de saliva, silencio de besos y mordidas, silencio de pellizcos y arañazos. silencio con olor a hormona, silencio con sabor a sal. el gato retoma su camino y el grillo canta, la luna calla, este momento intimo y anónimo no tiene testigos.

 La luna se oculta en un cortinaje de nubes las silfides regresan a sus bosques, las sirenas se pierden en la corriente que las retornara al mar y las mariposas emigran entre los dedos de aire hacia una nueva ciudad en la que saciaran su sed con las ensoñaciones románticas de los artistas. la calma regresa a ese plano de la materia, el olvido llega con una urna entre sus manos, es hermosa, tiene acabados en filigrana de oro y es de cristales polarizados, el dios moribundo se arrastra hacia su interior y el mundo se detiene un instante para honrar al que se va

Fugacidad, unos pocos minutos vividos con intensidad, la simiente cae al piso al ser escupida por el anónimo amante que la recibió en boca y se marchan sin quebrantar el silencio. uno comienza a caminar sin rumbo con la cabeza gacha por lo cual no pudo contemplar el maravilloso espectáculo de una horda de mariposas que delicadamente sobrevolaba por sobre las copas de los arboles, el otro, enamorado de la noche y con mil metáforas en su mente si lo miro, también miro maravillado como las mariposas bajaban y rodeaban su cuerpo.

 Las manos de aire transportaron a las mariposas, hasta un bosque lejano, donde un joven poeta soñaba despertando la voracidad de las mariposas que, inmediatamente le rodearon para apagar su sed. un grillo horrorizado fue testigo de este hecho, también un gato que erizándose, alejo cualquier reminiscencia de sueño de su mente e, inmóvil espero hasta que las mariposas se alejaron de allí entonces, también miro a una desnuda silueta femenina que delicadamente recogió la hoja donde reposaba la simiente del extraño y con extrañeza miro como se inseminaba con ella.  "Vivir para contar" dijo para sus adentros, es cierto lo que me contó esa enfermiza fées, así es como nacen los dioses. después una luciérnaga le regreso a la realidad, donde feliz se dio cuenta que un pequeño roedor se aproximaba descuidado hacia el. El grillo que por su memoria corta había olvidado todo regreso de nuevo a el bosque y canto una melancólica canción que nadie en el mundo tuvo la gentileza de escuchar.

 La realidad es un absurdo, una farsa que creemos real.