sábado, 10 de marzo de 2012

III Los lepidópteros y otras etéreas ensoñaciones

 Descaro y simplicidad. Unos ojos que buscan, un silencio que asfixia, un cuerpo que se niega a la caridad. Un reloj que se niega a detenerse y una lengua nerviosa que azota sin reparo a la boca que la resguarda de la árida realidad que marchita las flores.

 La cotidianidad es una farsa, un sueño que creemos real, El viento transporta la letanía de un dios que herido se lame las yagas esperando que el olvido venga y lo resguarde en una urna de cristal. Las mariposas son la única realidad de este ensueño, mas no son delicadas flores de viento bebedoras de néctar, son feroces asesinas oníricas, se alimentan de la sangre de los poetas y defecan clones de si mismas, ellas son la única realidad delirante que se pasea por las realidades paralelas que cruzan el eje de la monotonía. Las noches de luna menguante, realizan una orgía entre sirenas y silfides, invocan a la muerte y roban la seda de las arañas para fabricar los capullos en los que resguardan la sensualidad lubrica de las estrellas. sacrifican a un par de eruditos en pos de resucitar a las gorgonas y cantan himnos sutiles y silbantes que hablan de un reino a-temporal donde algún día fueron prisioneras.

 La mano se toca con cautela, lentamente casi casualmente pero la mirada demuestra descaro e insinuación, invita a el festejo de la carne, a las mas depravadas practicas, el aire se detiene y se torna denso, se calienta el aire y la luna grita pasajes del decameron.

 Las mariposas, tras la ultima estrofa de su canto se dejan caer sobre los restos que yacen en el altar, retozan en ese miasma y sonríen, pierden el control sobre si y enloquecidas, atacan a las gorgonas por la espalda, clavan su probóscide en su escamosa piel y beben, transportan el veneno y lo vierten el las bocas de las sirenas que, sufren una metamorfosis y se convierten en centauros y sátiros para embestir con la urgencia del deseo a las silfides que corren por un sendero de muerte y destrucción hasta llegar a un manantial donde son poseídas por las sirenas transmutadas.

 En su mente hay un aluvión de pensamientos, el deseo brota por sus poros y la mirada traiciona su aparente desinterés, los ojos se pierden en los movimientos del extraño y su lengua se escapa lentamente de su boca para pasearse por sus labios. Mira con discreción a su alrededor, los rodea el silencio quebrantado solo por el silbido de el viento al cruzar por entre los arboles, algún grillo que indiscreto canta invitándolos a la proximidad, la fugaz mirada de un gato que sigue las motas del polvo lunar que cae directo sobre ellos.

 De pronto el manantial estalla con la fuerza de las eras y se convierte en un cráter devorando casi todo a su paso, elevando las siluetas orgiásticas hasta los cielos donde los brazos azulados de aire les protegen y las invitan a continuar con sus juegos allá en sus dominios, las mariposas les rodean y los amantes engendran dragones plateados que escapan de este planeta para recorrer el universo.

 Acepta, con un sutil asentir de su cabeza se levanta despacio y se aproxima con movimientos delicados hasta el tronco-banca en que le esperan.

 Las manos de aire bajan poco a poco, dejando a sus protegidos al lado del cráter donde adormecidos por el esfuerzo son abanicados por las mariposas que jubilosas entonan un arrullo. las sirenas comienzan a contraerse, sus cuerpos estallan en pequeños copos metálicos, hora rojos, hora naranjas, hora dorados y luego el cráter se llena de agua asta desbordarse y arrastrar con su corriente los brillantes polvos para formar un miasma tornasol del que renacerán las sirenas,

 Urgencia, deseo sin protocolo y silencio de saliva, silencio de besos y mordidas, silencio de pellizcos y arañazos. silencio con olor a hormona, silencio con sabor a sal. el gato retoma su camino y el grillo canta, la luna calla, este momento intimo y anónimo no tiene testigos.

 La luna se oculta en un cortinaje de nubes las silfides regresan a sus bosques, las sirenas se pierden en la corriente que las retornara al mar y las mariposas emigran entre los dedos de aire hacia una nueva ciudad en la que saciaran su sed con las ensoñaciones románticas de los artistas. la calma regresa a ese plano de la materia, el olvido llega con una urna entre sus manos, es hermosa, tiene acabados en filigrana de oro y es de cristales polarizados, el dios moribundo se arrastra hacia su interior y el mundo se detiene un instante para honrar al que se va

Fugacidad, unos pocos minutos vividos con intensidad, la simiente cae al piso al ser escupida por el anónimo amante que la recibió en boca y se marchan sin quebrantar el silencio. uno comienza a caminar sin rumbo con la cabeza gacha por lo cual no pudo contemplar el maravilloso espectáculo de una horda de mariposas que delicadamente sobrevolaba por sobre las copas de los arboles, el otro, enamorado de la noche y con mil metáforas en su mente si lo miro, también miro maravillado como las mariposas bajaban y rodeaban su cuerpo.

 Las manos de aire transportaron a las mariposas, hasta un bosque lejano, donde un joven poeta soñaba despertando la voracidad de las mariposas que, inmediatamente le rodearon para apagar su sed. un grillo horrorizado fue testigo de este hecho, también un gato que erizándose, alejo cualquier reminiscencia de sueño de su mente e, inmóvil espero hasta que las mariposas se alejaron de allí entonces, también miro a una desnuda silueta femenina que delicadamente recogió la hoja donde reposaba la simiente del extraño y con extrañeza miro como se inseminaba con ella.  "Vivir para contar" dijo para sus adentros, es cierto lo que me contó esa enfermiza fées, así es como nacen los dioses. después una luciérnaga le regreso a la realidad, donde feliz se dio cuenta que un pequeño roedor se aproximaba descuidado hacia el. El grillo que por su memoria corta había olvidado todo regreso de nuevo a el bosque y canto una melancólica canción que nadie en el mundo tuvo la gentileza de escuchar.

 La realidad es un absurdo, una farsa que creemos real.

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