domingo, 11 de diciembre de 2011

LA MUERTE




La Muerte era una tradicionalista que se enorgullecía de prestar un servicio personalizado, y se deprimía a menudo porque nadie lo valoraba. Señalaba que la gente no tenía miedo de la muerte en sí, solo del dolor, la separación y la nada, y que no era nada razonable tomarla con alguien solo porque tiene las cuencas de los ojos vacías y pasión por el trabajo bien hecho. Todavía usaba guadaña, decía, mientras que las Muertes de otros mundos habían invertido hacía tiempo en cosechadoras automáticas.
La luz fantástica (p. 124)



 A mi, la verdad no me gusta andar manoseando temas que luego no me dejan dormir, y a pesar de no ser supersticioso no dejan de darme resquemores ciertos temas. Cuentan que el mismo Sergio Rod, un día llevaba preparado su programa de radio cuando una llamada le desvió totalmente el tema hacia el de la muerte. y ¿que creen? a los dos o tres días murió en lo que fue su cabina durante el temblor del 85...
a pesar de eso y muchas anécdotas mas, hoy es necesario hacerlo y hablar, bueno al menos escribir sobre ello así que la entrada de hoy sera para "hablar" de La Muerte.



 La Muerte pues, se puede presentar entre plumas y sonrisas como la Catrina de Posadas; entrañable y en letras mayúsculas como en los libros de Terry Pratchett. Puede verse fría y lejana como en las escenas de bombardeados en oriente, con sus mujeres gritando y llorando aferrándose a cuerpos despedazados, llenos de sangre. Puede verse increíble como en un video juego en donde no importa cuantas veces te baleen, siempre habrá vidas extras, como se decía miticamente de los gatos. o fallecer en un absurdo accidente vial.



 Y si se puede estirar la pata, colgar los tenis, pasar a mejor vida o a calacas, colgar la toalla, chupar faros, elevarse, adelantarse, partir, irse, quedar frío, quebrarse o simplemente morir. El rostro de La Muerte es cambiante y sin embargo cuando la vemos cerquita nos inquieta, nos espanta. Nos recuerda nuestra propia muerte. 
Recuerdo las momias de niños encontradas en las ruinas incas, los entierros que se pueden apreciar en el museo de antropología, tan poéticos con su posición fetal dentro de una vasija... Recuerdo la primera vez que vi morir frente a mi a un animal y que quedo tieso, sin aliento. sin moverse y comprendí que ¡eso era morir!. La verdad nunca tuve valor para mirar en el féretro a Rodrigo, o de tocar la urna con cenizas de lo que fue parte de mi origen. o mirar los periódicos amarillistas donde se miraban fotos mórbidas de los que conocí en mi rutina. 


 Pero finalmente, ¿por qué nos impacta tanto la muerte? Desde que nacemos es lo único seguro que pesa sobre nuestro destino al nacer. ¡De verdad!, en cuanto uno nace empezamos a morir y se nos van empezando a oxidar las células. 



En algunas culturas esto de La Muerte es un premio, pero, pues en la mayoría se ve como un castigo CUANDO NO LO ES, es simplemente otro estadio. Aquellos seguidores de la reencarnación pues dicen que es que como cuando deshechas una ropa ya toda remendada y rota y vas por otra que esta en mejores condiciones, es solo eso. un breve transito y si hay suerte la trascendencia a un mas elevado nivel de conciencia que por si misma no otorga la muerte, no es que nos muramos y ya seamos iluminados, no, no ese es el resultado de un trabajo muy intenso, y muy interno pero en vida.


 Lloramos la muerte de los cercanos, nuestros queridos pero por el puro egoístas; por lo solos que nos quedamos nosotros y hay quien siente la partida del ser querido como una traición, como si le hubiese engañado con alguien; por matarle ilusiones y planes porque le dábamos por hecho como propiedad nuestra, cuando se deberían vivir las relaciones con desapego y respeto a los tiempos y necesidades del otro



 Dicen los que saben que en un luto hay etapas que aparecen repetitivas o desordenadas se menciona por ejemplo la negación, el llanto, la ira, luego viene la comprensión y por ultimo la aceptación. ya de ahí en adelante se puede vivir con ello, aunque se cree que un luto funcional va de los 6 meses hasta los 2 años. 
Cuando la muerte se presenta así, sin aviso o trágicamente por accidente o desaparición, dicen que los lutos pueden tardar mucho tiempo mas y que hasta nos podemos quedar atorados en ellos.



 El velorio, el entierro o la cremación es todo un ritual que ayuda a nuestro cerebro a cerrar cabos a concluir capítulos  aunque sea hasta días después cuando sin querer llegas a comentarle al ser querido "viste que van a pasar tal cosa en la tele" y... no hay respuesta. aquel ser no esta, no al menos ocupando su lugar en la mesa y la casa se llena de soledad.



Yo crecí en una casa donde los muertos nunca se iban eternamente, cada año regresaban para compartir con nosotros, y poder contarles nuestras vidas, sentirnos protegidos por su presencia y hacerlos cómplices de nuestros secretos. Tal vez por ello a mi se me facilito ver la muerte de otra forma ahí nomas como si te cambiaras simplemente de frecuencia pero que permaneciera cerquita en un universo paralelo al nuestro en donde yo ya empiezo a dudar de quienes están mas vivos si ellos o nosotros.


  Y tanto darle vueltas al tema con o sin reencarnación, este o no mejor allá a donde algunos se nos adelantan sin duda; deberíamos tener conciencia de que la muerte camina a nuestro lado y muy cerquita que nos la podemos encontrar en cada esquina, a cada paso. 
Por ello yo quisiera dejar pocos pendientes, sobre todo decirle cuanto amo a mis seres queridos, cuanto necesito a mis cercanos y cuanto les agradezco a ustedes que reciben estas palabras.


Sin Tiempo, sin Dios y sin Diablo:
Javtrodectus.

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